“NUNCA NOS VOLVEREMOS A VER” [HaeHyuk]

“NUNCA NOS  VOLVEREMOS A VER” [HaeHyuk]

De nuevo solo, ¿Por qué siempre termino igual? ¿Es que hay algo en mí que hace que las personas huyan? He llegado a pensar que el hecho de vivir es un completo desperdicio, sin él, la vida no tiene sentido sería mejor si todo termina, después de todo nadie me extrañaría, nadie se enteraría de que Lee Hyuk Jae murió.

Desde que lo vi supe que sería mi perdición, aquella mirada llena de ternura que al pasar del tiempo se convirtió en solo maldad, aquellos labios perfectos que me invitaban a probarlos y cuyo resultado fue que quedaría completamente perdido en ellos, aquel cuerpo que fue mi perdición, todo él, todo en Lee Dong Hae, era hermoso, perfecto para mi, y ese fue el problema me obsesioné tanto con el que no pude notar cómo me hacía daño.

Los ensayos, los conciertos, la convivencia diaria, hicieron que me enamorara de ese chico, que cayera completamente en sus brazos y él lo notaba, sabía que me tenia rendido a sus pies, si me pedía que lo cargara porque estaba cansado lo haría, aunque yo mismo estuviera molido, si me pedía algo de comer a mitad de la noche me levantaba y lo cocinaba, todo para hacerlo feliz, para verlo sonreír, tan hipócritamente, pero en ese momento en verdad creía que lo hacía desde el fondo de su corazón.

Aun recuerdo aquella vez en que me pidió que lo acompañara a comprar algo de ropa, la verdad es que no tenía muchos ánimos de hacerlo pero pasar tiempo con él era lo mejor.

-¡¡Hyukkie!! Anda ven conmigo.

-Donghae sabes que no me gusta ir a esos lugares, ir contigo es demasiado “incomodo” miles de fans se te amontonan y además al final soy yo quien carga todo y terminas yéndote solo.

-Eso no es cierto, que exagerado eres, ¿Qué no te gusta ir conmigo? ¿No siempre dices que pasar tiempo conmigo es lo mejor?

-Si me gusta ir, pero no me gusta que me ignores.

-Vale, prometo que no te ignoro pero acompáñame-y de nuevo ese gesto lleno de ternura, esa carita amable que me hacia caer cada vez, acepte ir pero como ya lo sabía ocurrió de nuevo, las chicas lo rodeaban, foto tras foto, autógrafos, abrazos, etc. etc., y yo en un esquina esperándolo con todas las cosas compradas, ¿Por qué me ignoraba así? ¿No sabía que me dolía? No sabía acaso que él era todo para mí y que este tipo de actitud hacia que mi corazón se rompiera pero parecía no importarle, o tal vez lo disfrutaba, no lo sé, y ahora no me importa no aquí a miles de metros de altura.

Todos piensan que Lee Dong Hae es una persona amable, tierna, inocente, a decir verdad yo también lo creí por mucho tiempo, pero conforme pasas tiempo con él te das cuenta de que todas esas virtudes que se perciben en realidad son una muy buena mascara de ese chico, ¿Cuántas veces yo le dije que lo quería? Miles, decirle eso hacía que mi corazón latiera a mil por hora, pero ¿Cuántas veces él me dijo lo mismo? Nunca, pero no lo note hasta después de mucho, siempre me contestaba con un “Ah”, “¿En serio?” “¿Qué tanto?” pero nunca dijo “Yo también” y es que es claro como alguien hubiera querido a alguien como yo, alguien tan poco agraciado, mi única virtud era el baile e incluso el arruino eso.

Lee Dong Hae ¿Recuerdas cuando un día durante aquel ensayo me dijiste que no sabias porque la SM me había elegido como bailarín principal? Creí que era una broma, como las miles que hacíamos, ahora que lo pienso esas palabras tuyas que creía eran un juego ocultaban tus verdaderas intenciones. Esas palabras, cuando llegaron a mi unos meses después, después de todo lo que hiciste, dolieron como miles de puñaladas, que TU me lo dijeras en verdad dolía, eso me hizo perder la cabeza porque ahora quería lucir más que antes, para demostrarte que estabas equivocado pero conforme mas lo intentaba, mas lo echaba a perder incluso llegando al punto en que me dijeron que era mejor que me fuera, que pensara de nuevo las cosas, que si algún día llegaba a ser el mismo bailarín reconsiderarían integrarme de nuevo a Super Junior.

Incluso tuviste el descaro de acercarte y decirme que no me preocupara que estarías conmigo en esta prueba, pero ¿En verdad estuviste? No, nunca, después de aquello solo una vez fuiste a verme y ¿Para qué? Para terminar completamente conmigo.

Llamaste a mi casa y yo estaba feliz, decías que querías verme que tenias ganas de estar conmigo, que feliz me hicieron tus palabras, te dije que podías venir cuando quisieras y me dijiste que ya te dirigías a mi departamento, en cuanto colgué me metí a bañar, me cambie de ropa una y otra vez, nada me parecía adecuado para verte ¿Por qué estaba tan nervioso? De un momento a otro tocaron a mi puerta, mi corazón latió muy rápido, sabía que eras tú, corrí abrirte y te abrace, siempre el calor de tu cuerpo me parecía el mejor lugar para mí, me correspondiste pero había algo en ese abrazo que era extraño, de haberlo sabido.

Entramos a casa y platicamos un rato sobre cómo iba todo, te mostrabas feliz aunque decías que me extrañabas, la verdad ahora que lo pienso eso no parecía muy realista, pero en ese momento lo creí. No sé cómo es que llegamos a estar besándonos, siempre lo anhele, sentir esos labios tan dulces y tan carnosos, estar haciendo eso era el paraíso, sentir lo cálido de tu boca, y tu lengua tan maestra recorriendo cada centímetro de la mía, lentamente fuiste quitándome la ropa que tanto tiempo me tarde en ponerme para ti, me dejaste completamente desnudo, a tu merced, ahora ya estábamos en mi habitación tu encima de mi dando pequeños mordiscos a todo mi cuerpo haciendo que mi excitación se fuera al cielo.

Tus manos recorriendo mi miembro de arriba a abajo, dándome placer infinito, haciéndome gemir tu nombre una y otra vez, estar así contigo era lo que cualquiera quisiera,  además susurrabas en mi oído cosas tan obscenas que nadie creería que Lee Dong Hae tenía ese vocabulario, pero me gustaba. De pronto un pequeño intruso llego a mi entrada, ¿Dolor? Mucho pero combinado con el placer de que me estabas masturbando se me olvido fácilmente, después fueron dos dedos lo que ya tenía en mi interior, querías dilatarme lo suficiente para ti, y una vez que lo lograste me ordenaste que me pusiera en cuatro patas, lo hice, y de una solo estocada entraste en mi, grite tanto que seguro mi voz se oyó en todo el edificio, pero no te detuviste, entrabas y salías de mi cada vez más rápido, pedí que te detuvieras pero no lo hiciste dijiste que me callara.

-¿No era esto lo que querías Hyuk Jae? Ahora no empieces a llorar-seguiste con las embestidas, y por compasión o lastima, tomaste mi miembro y seguiste con los movimientos en el, por lo menos ahora el dolor era menor, me corrí en tu mano al sentir que tocaste un punto en mi cuerpo que me hizo llegar al orgasmo rápidamente, unas estocadas más y tu también terminaste, saliste de mi interior y yo caí sobre la cama agotado, me diste un par de besos en la espalda, me gire para mirarte y dije TE AMO, casi como un susurro pero estoy seguro que me escuchaste porque sonreíste, me miraste pero ahora tus ojos se veían vacios, fríos.

-Hay, Hyuk ¿Qué vamos hacer contigo? En serio que eres tan patético, mira que después de todo lo que hice aun me dices esto de “AMARME” que bah, así eres, un chico tonto y enamorado de mí, pero ¿Quién podría resistirse a mis encantos?

-¿Qué…que…Qué dices?

-Hay Hyuk, te lo explicare lentamente, haber si así te das cuenta. La primera vez que nos vimos note como me miraste, te guste desde el primer momento y conforme pasaba el tiempo me di cuenta que estabas loco por mí, así que decidí divertirme, jaja que divertido era verte cargar mis cosas, cargarme cuando sabia que te morías de cansancio, nunca dijiste que no, e incluso cuando fui yo quien te llevo al límite en el baile para que te echaran de la compañía, aun así me recibiste aquí, e incluso me dejaste que te hiciera lo que quisiera.

-Hicimos el amor Donghae.

-¿AMOR? ¿De nuevo eso? Que no HYUK JAE, no fue amor, solo ganas de tenerte completamente sumiso y mira que fue fácil, en fin fue divertido mientras duro, pero  nunca nos volveremos a ver-tomo su ropa y se fue, y yo me quede ahí, pasmado, con ganas de llorar pero las lagrimas no salían, sentía ira, frustración, soledad, tantas cosas pasaban por mi mente y entonces  salí de ahí, me dirigí a las escaleras y subí hasta el último piso, llegue a la azotea y me dirigí sin pensar a la orilla.

Y aquí estoy ahora, al borde de la muerte, pensando en que todo lo que tú me dijiste e hiciste fue solo un juego, y conforme voy llegando al suelo y el aire toca mi cara pienso en lo que me dijiste NUNCA NOS  VOLVEREMOS A VER.